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La Verónica limpia el rostro de Jesús

Décima cuarta estación: Jesús es sepultado

Jesús es sepultado
Jesús es sepultado

Se le ve sucio, encorvado, sin figura, sin belleza, sin aspecto atrayente…. pero a la Verónica la tiene sin cuidado, se acerca movida por la compasión, le ofrece su ternura y limpia su rostro sudoroso….¿Quién es esa mujer? Es la mujer de todos los tiempos, de todos los climas y de todas las clases y estados. Es la personificación del espíritu femenino.

Símbolo de todas las delicadezas de la mujer con Jesucristo y con sus hermanos. Símbolo de la mujer valiente que no huye ante el peligro de la que está siempre presente cuando se le necesita…. tal vez tu madre, tu hermana, tu esposa, tu novia o tu hija….

Símbolo de la piedad, de la ternura, de la suavidad, de la dedicación de los apóstoles modernos que aman y sirven a Cristo en su Cuerpo Místico, La Iglesia, ¿Será mi corazón sensible y se llenará de compasión ante los pobres, los sucios, los abandonados, los marginados?…

(Pausa para meditar)

Sea nuestra oración hoy por tantos católicos cobardes (cuántas veces yo mismo lo he sido!) que no quieren comprometerse con el Evangelio y dar la cara por Ti Señor, por temor al qué dirán, por miedo a perder su comodidad o a arriesgar sus bienes y por tantas otras cosas….Señor yo quiero llevarte a Ti mismo en mi corazón, no sólo una imagen como el lienzo de la Verónica y que por mi amor y mis buenas obras Tú te manifiestes a los demás.

(Pausa para meditar en silencio)

PADRE NUESTRO… AVE MARÍA… GLORIA…
PERDÓN, oh Dios Mío! (cantado)

Todos: Adorámoste Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén