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Jesús es despojado de sus vestiduras

Décima cuarta estación: Jesús es sepultado

Jesús es sepultado
Jesús es sepultado

Ante la gran muchedumbre desnudan a Jesús. Qué pena, qué angustiosa vergüenza no pasaría Jesús, la Santidad misma, la pureza misma, al sentirse así tratado. Pero quien lo desnudó fue la inmoralidad creciente. Playas, cines, diarios, revistas. Esos ambientes donde se respira sensualidad y lujuria. ¡Cuanta inmundicia! ¡Cuanta pornografía! “Perdido el pudor naufraga la castidad” dice el poeta. La lujuria nubla en la mente los grandes ideales, y desnuda el alma de todo sentimiento bueno…. A veces yo también me he dejado llevar de estas malas inclinaciones de la obras de la carne…. pero Tú me conoces Señor y sabes de mi lucha…. perdóname, quiero seguir el consejo de San Pablo: “Revístanse de Cristo y más todavía que seamos revestidos de la caridad que es el vínculo de la perfección y anticipo de la gloria…”

(Pausa para meditar)

Nuestra oración Señor en esta circunstancia tan humillantes que viviste es por todos los que viven revestidos de soberbia, orgullo, ambición y riqueza. Por los que tienen por ídolos al tener y al placer. Para que en su corazón comprendan lo que es la verdadera pobreza de espíritu y les des la fuerza de voluntad para dejar todo lo que los separa de Ti….. Y ¿Sabré yo lo que es esa pobreza de espíritu…?
¿Sabré yo lo que es vivir desnudo de todo lo superfluo…. Vestirme sólo de lo necesario y compartir lo demás? ¿Estaré convencido de que Te necesito en mi vida? Con tu ayuda Señor quiero comprarme un vestido de humildad y caridad… o mejor todavía ….el que Tú me escojas….

Pausa para meditar en silencio)

PADRE NUESTRO AVE MARÍA GLORIA
PERDÓN, oh Dios Mío! (cantado)

Todos: Adorámoste Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén