Décima cuarta estación: Jesús es sepultado

Jesús no puede más y cae bajo el peso de la cruz. Adoremos a nuestro Redentor tendido en el suelo. Pero ¿Por qué cae? Cae por ti, por mi, por todos. Cae para que no caigamos. Cae para levantarnos. Cae para que tú no caigas más en el pecado. Cae para que tú y yo y todos no nos condenemos. Todo eso hace el Señor para salvarnos. Y nosotros ¿Cómo respondemos? Hasta ahora, ¿Qué he hecho yo, qué hago, qué voy a hacer para corresponder a Cristo?… ¿Qué haré para que mis hermanos que le han ofendido, y se han apartado de su Gracia, vuelvan a ella?…
(Pausa para meditar)
Señor, en nuestro mundo, ¡Cuántos hombres y mujeres hemos caído tantas veces víctimas del vicio! Por lo que sufriste en tu primera caída, Señor, ten compasión de los alcohólicos, los drogadictos, los encadenados en el placer y en la sexualidad….Señor, levántame Tú a mi para que yo a mi vez me sienta comprometido a levantar y tender mi mano en ayuda de los que se encuentran caídos a mi alrededor.
(Pausa para meditar en silencio)
PADRE NUESTRO… AVE MARÍA… GLORIA…
PERDÓN, oh Dios Mío! (cantado)
Todos: Adorámoste Cristo y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén